Me bañaba con ternura
sin importarle la lepra
me bañaba como redención
sin importarle Chopin
solo podía hacer funcionar
mi oídos a las llamadas del piano
no existía nada, ni miradas, ni dolor
con dificultad de pie
recibí el milagro
por un segundo, curado
pude acostarme
sabiendo que al despertar
ni la ducha, ni ternura
ni milagro ni lo nocturno
solo lepra