el problema de escuchar tantas veces decirte que no,
radica en que tarde o temprano terminaras siendo tu el que los diga.
irónico mundo lleva utilitaristas a vivir en sueños
y a los soñadores destruir cualquier avistamiento onírico
ahora que morfeo es cajero en un banco
y rockefeller camina por una antigua vereda
mientras el uno prepara informes para el otro,
que descansa en un arbol lejano y silencioso
les presento mi hoja de vida
buscando algo en lo que me puedan emplear
al fin y al cabo de algo se tiene que vivir
pero como aun existe la noche
por mas bombillos que se coloqen
me pueden pagar con abrazos
posdata: no acepto un no como respuesta
La
primera vez que fuimos a Bogotá
la
séptima era de los carros
pero
la ciudad era nuestra.
Los
remedios eran simples
para
la lluvia, el joropo
para
el frio,
los
hoteles israelitas
para
el cansancio,
cantar
cantando.
No
existía en ese entonces
los
horarios, las agendas ni el dinero
tampoco
habían los terceros
Los
poemas estaban en restaurantes
y
los poetas también.
La
primera vez que fuimos a Bogotá
regresamos
juntos
nunca
más fue así.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)