No era amor
porque era muy racional 

No era cariño
porque era muy intenso

No era necesidad 
porque no estaba solo

No era nada
porque eras tu

Y tu eras todo


Quien entenderá
Tu aturdida voz
Que me pide que vuelva
Y cuando me dispongo hacerlo
Me dice que no.


Quien comprenderá
El laberinto de tu corazón
Que me grita que me ama
Pero está con otro.


Quien descifrará
La hermosura de tus labios
Que mueren por besarme
Pero media vuelta da cuando cerca me tienen.


Quien me explicará
La razón de tus manos,
Que mi rostro busca con sus caricias
Pero terminan en otras manos.

Quien va a aprender
A recibir la mirada de tus ojos
Que se asombran
Con las pequeñas maravillas
Si cuando se abren buscan verme
Y terminan en el abismo de la soledad
Por ver a quien no deben.


Quien va a contener
A tus pies
Que quieren venir a mí
Pero están presos En la cárcel
Que tú misma construiste.


Quien calmará
La pasión de tu cuerpo
Que me extraña
Pero creyendo escapar se engaña.


Quien cuidará
Tu sueño
Para que puedas tenerlo
Con la tranquilidad que yo te daba.

y no era que me cortaras el cabello,
era la devoción, con la que en bandeja de plata.

te entregaba mi cabeza.